¿Antidieta?

Este término muy conocido, pero poco comprendido, echa a tierra dogmas de la medicina ortodoxa en lo referente a los cuatro grupos básicos de alimentos, las saludables, propiedades de la leche, la importancia de las proteínas en la dieta y la necesidad de contar calorías, además es parte de la medicina integrativa, basada por los Investigadores Harvey y Marilyn Diamond en los estudios efectuados por la Academia de Pediatría de Detroit y la Academia Nacional de Ciencias de Washington, partiendo del principio de concebir de mejor forma la salud y poder enfrentar a las enfermedades.
Al paso de los años nos ha demostrado que someterse a un régimen de dieta es una experiencia sacrificada, e ineficaz, porque en que ocasión se ha visto que el ser humano sea disciplinado para privarse de comida durante días, semanas o meses, lo único que logramos es generar confusión a nuestro cuerpo, puesto que se esfuerza por adaptarse a un estilo, y al finalizar debe adaptarse al modelo que se tenía.
En un artículo publicado de la revista del colegio farmacéuticos de Navarra, España, los sistemas energéticos de nuestro cuerpo alcanzan el máximo rendimiento con un combustible alimenticio eficiente; no hay plantaciones donde la brisa haga ondear sembrados de pan blanco, las frutas no se encuentran en frascos “jarabes azucarados” y aderezados con conservantes químicos (Benzoato de Sodio por ejemplo).
La antidieta es un nuevo estilo de vida que se preocupa por las combinaciones de comida, cuando se las debe comer, y las proporciones. Sin duda esta es la clave del éxito para mantener un peso adecuado, no por moda, si no, por salud, y en especial no se debe dejar de comer lo que nos gusta, más bien educamos a nuestro cuerpo a ingerir lo justo y necesario.