Podemos pensar que un clavo saca otro clavo, pero no es tan sencillo en el caso de la resaca. No se ha demostrado que beber alcohol la quite, pero hay mecanismos que explican por qu\u00e9 puede aliviarla en cierta medida. El m\u00e1s sencillo es el efecto euforizante y anest\u00e9sico inicial del alcohol, que provoca una sensaci\u00f3n que hace percibir que la resaca es menos intensa.<\/p>\n
Una raz\u00f3n de peso ata\u00f1e al metabolismo del metanol. Este alcohol es como un etanol pero con M<\/em> de m\u00e1s peligroso. Se encuentra como cong\u00e9nere en algunas bebidas y su metabolismo produce formaldeh\u00eddo, que es muy t\u00f3xico. Si aportamos etanol durante la resaca (si volvemos a beber alcohol, vamos), nuestro metabolismo empezar\u00e1 a degradarlo, retrasando la degradaci\u00f3n del metanol y parando por un tiempo su consecuente toxicidad.<\/p>\n Y a\u00fan hay m\u00e1s. Se sospecha que, en ocasiones, la resaca se puede asociar a una especie de s\u00edndrome de abstinencia agudo. Aunque los procesos son diferentes, igual que tomar la droga alivia el s\u00edndrome de abstinencia, tambi\u00e9n lo har\u00e1 tomar alcohol con la resaca. Esto es peligroso porque beber para aliviar la resaca puede ser un reforzador y conducir a la dependencia.<\/p>\n Por otra parte las personas que consumen mucho alcohol experimentan efectos placenteros mientras beben y eso es lo que les impulsa a beber de nuevo, tengan resaca o no. En esta tesitura se antepone el placer de beber a la molestia de la resaca, que, adem\u00e1s, es pasajera.<\/p>\n Finalmente, como se demostr\u00f3 en un estudio sobre el tiempo que se tarda en volver a beber despu\u00e9s de una ingesta de alcohol, entre los participantes no se encontr\u00f3 una tendencia a retrasar el consumo cuando se experimentaba resaca. O sea que, en muchas ocasiones, se sigue bebiendo como parte del acto social, sin darle m\u00e1s vueltas a las vueltas que ya da la cabeza con la dichosa resaca.<\/p>\n Fuente: El Pa\u00eds<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Podemos pensar que un clavo saca otro clavo, pero no es tan sencillo en el caso de la resaca. No se ha demostrado que beber alcohol la quite, pero hay mecanismos que explican por qu\u00e9 puede aliviarla en cierta medida. El m\u00e1s sencillo es el efecto euforizante y anest\u00e9sico inicial del alcohol, que provoca una sensaci\u00f3n que hace percibir que la resaca es menos intensa. Una raz\u00f3n de peso ata\u00f1e al metabolismo del metanol. Este alcohol es como un etanol pero con M de m\u00e1s peligroso. Se encuentra como cong\u00e9nere en algunas bebidas y su metabolismo produce formaldeh\u00eddo, que es muy t\u00f3xico. Si aportamos etanol durante la resaca (si volvemos a beber alcohol, vamos), nuestro metabolismo empezar\u00e1 a degradarlo, retrasando la degradaci\u00f3n del metanol y parando por un tiempo su consecuente toxicidad. Y a\u00fan hay m\u00e1s. Se sospecha que, en ocasiones, la resaca se puede asociar a una especie de s\u00edndrome de abstinencia agudo. Aunque los procesos son diferentes, igual que tomar la droga alivia el s\u00edndrome de abstinencia, tambi\u00e9n lo har\u00e1 tomar alcohol con la resaca. Esto es peligroso porque beber para aliviar la resaca puede ser un reforzador y conducir a la dependencia. Por otra parte las personas….<\/p>\n","protected":false},"author":217,"featured_media":12355,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"footnotes":""},"categories":[10,9,271],"tags":[],"yoast_head":"\n